martes, 11 de octubre de 2016

Inteligencia Emocional y Desarrollo Personal

¿Qué es el desarrollo personal?


       El desarrollo personal  es un proceso de transformación mediante el cual una persona  adopta nuevas ideas o formas de pensamiento. Así genera nuevos comportamientos y actitudes, que a su vez mejoran de su calidad de vida.

    Para fomentar el desarrollo personal es necesario crecer modificando y madurando nuestros pensamientos y emociones.

¿Cómo puedo conseguir mi desarrollo personal?

   La inteligencia emocional es fundamental en el crecimiento personal. Nos sirve para conseguir objetivos fundamentales para ser felices, como pueden ser tener una relación sana y equilibrada con los amigos, relaciones de familia basadas en el respeto y el amor, relaciones laborales basadas en el apoyo mutuo…

Desarrollo


   El modo de conseguir estos objetivos a través de la inteligencia emocional se compone de varios pasos:

  •       Percibir las emociones
  •       Favorecer emociones
  •       Comprender las emociones
  •       Manipular las emociones


¿Qué mejoraría de mi desarrollo personal con la inteligencia emocional?

 La inteligencia emocional nos ayuda a:

   1. Tener conciencia de uno mismo. Conciencia de nuestras emociones y afectos, valorando nuestra autoconfianza y las propias fortalezas y debilidades.

 2. Autorregular nuestras emociones. Capacidad de autocontrol de nuestros estados emocionales e impulsos internos, adaptándonos de forma eficaz a los cambios.

  3. Automotivarnos. Es la energía, la tendencia emocional que nos compromete, nos dota de iniciativa y optimismo para perseguir los objetivos que nos fijamos.

  4. Tener empatía. Capacidad de reconocer las emociones ajenas y actuar teniéndolas en cuenta.

 5. Mejorar  nuestra competencia social. Se trata de la habilidades que determinan el modo en que nos relacionamos con los demás.


En conclusión


    La inteligencia emocional sirve para estar más en contacto con nuestras emociones, para tener interacciones más positivas, una comunicación más eficaz y una sensación de realización personal. Al estar en contacto con nuestras emociones podemos ser sinceros con nosotros mismos y cambiar las emociones que nos perjudican. La inteligencia emocional es un camino hacia el crecimiento personal, social y laboral.

Fuente:
Goleman, D. (1996) Inteligencia Emocional
Mayer y Salovey (1990) Inteligencia Emocional

lunes, 26 de septiembre de 2016

Autoconcepto

¿Qué es el autoconcepto?

      El autoconcepto es un amplio espectro de actitudes y comportamientos que forman la concepción que tenemos acerca de nosotros mismos, como una imagen total de cómo somos como personas. Nuestro autoconcepto se basa en tres factores:

  • La imagen que proyectamos en los demás: según como nos comportamos, cómo tratamos a la gente, etc.
  • Los logros personales: ya sean académicos, deportivos o sociales.
  • El nivel de integración en el grupo: en clase, en casa, con el grupo de amigos, etc. Esta integración se basa también en cómo nos relacionamos con el entorno y las cosas materiales que poseemos.

   En definitiva, el autoconcepto es un reflejo de cómo nos perciben los demás y de cómo nos percibimos nosotros mismos.

¿Cómo trabajar el autoconcepto para sentirnos bien con nosotros mismos?

   Trabajar el autoconcepto puede hacerse con pequeños ejercicios diarios que mejoren la manera en la que pensamos sobre nosotros mismos. Estos ejercicios están enfocados a distintas áreas:

  •  Conocerse. En primer lugar es importante fomentar el autoconocimiento y la auto observación. Es importante cuestionarnos cuáles son nuestros valores reales, intentando apartar en la manera de lo posible la influencia de los demás y de la sociedad. A su vez, es fundamental empezar a no pedir la opinión a los demás, intentar no compararnos e iniciar pequeños proyectos personales.
  •   Diálogo interno. En segundo lugar podemos evitar nuestro diálogo interno. En ocasiones nos inundan pensamientos negativos de una forma automática imposible de frenar. Por ello resulta útil tratar de sustituirlos por pensamientos constructivos que nos ayuden a seguir adelante y enfocar el futuro con optimismo.
  •    Objetivos. Es importante también acercarse a los objetivos propios, y pensar en cómo podemos lograrlos y mejorar.
  •    Obstáculos. Analizar los obstáculos que nos impiden llegar a nuestros objetivos es fundamental para avanzar. Estos obstáculos pueden ser relaciones tóxicas o emociones negativas, pero frecuentemente provienen de nosotros mismos. El perfeccionismo, la impaciencia, la tolerancia a la incertidumbre no ayudan a sentirse bien con uno mismo.
  •   Mejorar habilidades sociales. Por último, nuestra manera de relacionarnos con el entorno afecta a nuestro autoconcepto. Por ello las mejorar las habilidades sociales puede ser beneficioso. Esto nos ayuda a conocer y expresar nuestros propios sentimientos, así como conocer los de los demás, y a ser capaces de enfrentarnos y de decir no a los demás cuando sea necesario. La asertividad es una herramienta muy útil para expresar lo que pensamos respetando a los demás.

¿Cómo sé qué debería mejorar?

   Cada uno de estos ejercicios está enfocado a mejorar ciertos aspectos concretos de nuestra autopercepción. Es importante conocer qué imagen tenemos de nosotros mismos para trabajar las áreas más relevantes. 


Reflejo

   Un modo de saber el "punto débil" de nuestro autoconcepto es con un ejercicio sencillo y eficaz. En frente de un espejo podemos plantearnos preguntas, como por ejemplo: ¿Qué ves en el espejo?, ¿Cómo es la persona que te mira desde el espejo?, ¿Qué cosas buenas tiene esa persona?, ¿Qué cosas malas tiene quien te mira desde el espejo? Es un ejercicio que resulta muy sencillo y que puede ayudarnos a ver qué es lo que realmente pensamos de nuestra imagen. Al vernos reflejados en el espejo sentimos que somos observadores externos de nosotros mismos. De esta manera podremos identificar y trabajar los aspectos más relevantes.

     Lo importante del autoconcepto es nutrirlo para que nos ayude a seguir adelante y conseguir nuestros objetivos, sintiéndonos felices y realizados. Un autoconcepto positivo nos hace sentir bien y nos puede llevar muy lejos.

Fuente:
http://psicopedia.org/185/que-es-el-autoconcepto-y-como-se-forma/



domingo, 21 de agosto de 2016

Programación Neurolingüística

    La programación neurolingüística es una estrategia utilizada para identificar y modificar modos de pensamiento. No se basa en ninguna teoría sino en estudios y práctica empírica. Se inició en los años 70 con Grinder y Bandler, quienes recopilaron las técnicas utilizados por los exitosos psicólogos Perls y Satir. En su terapia utilizaban ciertos patrones verbales y formas de comunicación que ofrecían resultados muy positivos. La programación neurolingüística se basa entonces en la creencia de que toda habilidad humana puede ser comprendida y comunicada para ser aprendida y utilizada. Con el tiempo la programación neurolingüística se ha ido desarrollando como un conjunto de técnicas que ayudan a la persona a adaptarse y a conseguir sus objetivos en el día a día.

   La experiencia humana se compone de tres aspectos en los que se basa la programación neurolingüística. En primer lugar programación se refiere a los procesos o programas mentales mediante los cuales organizamos las experiencias. En segundo lugar, neuro se refiere al sistema nervioso mediante el cual percibimos. En tercer lugar lingüística se refiere al lenguaje que os permite codificar nuestras experiencias.



   Su objetivo es conseguir una mejor adaptación a los obstáculos diarios. Para ello se basa en ciertos principios:

  •  Cada persona posee un mapa interior único formado a partir de las experiencias personales. Este mapa lleva a apreciar el mundo exterior de un modo particular, haciéndose más complejo con el paso del tiempo. Cuanto más complejo sea el mapa, más habilidades tendrá la persona para adaptarse.

  •  Es importante también que el mapa trace más de un camino para llegar a la meta. De este modo la persona poseerá más recursos para hacer frente a las situaciones difíciles o inesperadas. Los mapas complejos aportan flexibilidad y soluciones a los problemas.

  • Se asume también que toda conducta realiza tiene un objetivo considerado como positivo. Es decir, toda conducta tiene una razón de ser. En ocasiones es necesario buscar una conducta alternativa que sea más adecuada que la primera. Por ejemplo, un fumador realiza el acto de fumar con un objetivo positivo (aunque no se aprecie a simple vista). Ese objetivo podría ser relajarse, por ejemplo. Desde la producción neurolingüística se trataría de llegar al mismo objetivo (relajarse) por otras vías.

  • A su vez, la experiencia está formada por elementos que conforman una estructura. Se pueden modificar estos elementos para alterar la estructura de la experiencia, y así modificar su efecto.

  • Todos los problemas tienen solución. A veces esta no resulta clara, o no se ve reflejada en un mapa, pero en principio todos los problemas tienen solución. Cuanto más rico sea el mapa más recursos ofrecerá para encontrar la solución.

  • Toda persona tiene fuerza necesaria para conseguir sus objetivos. Lo único que lo impide son sus creencias y la falta de autoconfianza.

  • La mente y el cuerpo están relacionados. Los pensamientos y creencias afectan al cuerpo, y el cuerpo afecta a la mente (embodied cognition).

  • Es importante que la comunicación sea clara para que no haya malos entendidos.

  • No existen fracasos, sino oportunidades que permiten acercarse al objetivo. Cada camino es un modo de alcanzar la meta.

  • Si algo no funciona hay que intentar otra cosa. Es importante identificar los comportamientos que se repiten sin dar resultados, y tratar de modificarlos por otros más efectivos.

   Gracias a estos principios la programación neurolingüística se ha mostrado eficaz para identificar y modificar modos de pensamiento. El lenguaje y su forma de alterar el pensamiento son fundamentales a la hora de cambiar la perspectiva del mundo y del futuro.

Fuente:

http://aepnl.com/
https://psicologiaymente.net/mente/principios-pnl-programacion-neurolinguistica#!

martes, 31 de mayo de 2016

Juego Patológico: ¿Adicción o descontrol de impulsos?


   El juego patológico ha sido considerado tradicionalmente como una condición relacionada con el descontrol de impulsos. No obstante, la versión más reciente del manual diagnóstico psiquiátrico americano, el DSM, considera al juego patológico dentro de las adicciones. Ha cambiado así la concepción tradicional de este trastorno, el cual es más prevalente en nuestra sociedad de lo que parece a simple vista. Pero, ¿Qué ha llevado a este cambio?

   En un primer momento  se enfocó el juego patológico como dentro de la categoría del control de impulsos debido a su similitud con este tipo de trastornos (cleptomanía, piromanía, tricotilomanía, trastorno explosivo intermitente). Las características que definen a este grupo son principalmente tres: la sensación de tensión antes de realizar la acción, fracaso de resistir el impulso o tentación de llevar a cabo la acción, y la sensación de satisfacción y liberación de tensión tras realizar el acto. El juego patológico parece seguir ese patrón de comportamiento. Sin embargo, lo que se pone en duda es si realmente experimenta tensión antes de realizar el acto, y si esa activación resulta desagradable.



   Brown (1987), basándose en el modelo de Apter, analiza los rasgos característicos de las personas que son propensas a convertirse en jugadores patológicos. Según este modelo, el jugador tendría un modelo de conducta paratélico, el cual implica una búsqueda de activación en lugar de un descenso de esta. Este tipo de personas se aburren en situaciones monótonas, donde las mayoría de la población se sentiría relajada. No obstante, en situaciones donde la personas con orientación télica se sentirían estresadas, el jugador patológico sentiría una activación placentera. Esto se debe seguramente a una baja de activación cortical, la cual lleva al sujeto a sentir aburrimiento en situaciones donde la estimulación es baja. Por ello busca emociones más intensas en el juego.

   La activación cortical también parece tener cierta relación con el concepto de búsqueda de sensaciones de Zuckerman, donde una alteración en la función de ciertos neurotransmisores se relacionaría con  la temeridad que muestran estos sujetos. Este concepto está asociado a las conductas adictivas, categoría en la que se incluye ahora al juego patológico. Parece que este tiene relación especialmente con el alcohol, ya que es una adicción más aceptada socialmente, y que tiene efectos devastadores a nivel familiar y social. Existen otros rasgos comunes entre el alcoholismo y el juego patológico, como una patrón de personalidad que tiende a la extroversión y al psicoticismo, y la alta tasa de comorbilidad con otras adicciones. El jugador patológico muestra además síntomas de abstinencia y compromete su vida para continuar con su adicción.

¿Qué implicación tiene considerar al juego patológico como una adicción?

   La importancia de la clasificación reside principalmente en el enfoque que se da a la intervención psicológica y social. Así por ejemplo, existen asociaciones de Jugadores Anónimos, con una estructura similar al de Alcohólicos Anónimos. Asimismo se utilizan técnicas como prevención de recaídas y de control de contingencias

   En conclusión, parece que la reciente reconceptualización de este trastorno lejos de ser caprichosa resulta útil para enfocar el tratamiento de estos pacientes de un modo más eficaz y amoldado a sus necesidades.


Fuente:
Belloch, Sandín, Ramos (2009) Manual de Psicopatología Volumen I. McGraw Hill. 424-448
Brown, R. I. (1987b). Gambling addictions, arousal and an effective decision making explanation of behavioural reversions or relapses. International Journal of Addictions, 22, 1053-1067.


viernes, 20 de mayo de 2016

Ferenczi: de la Teoría de Freud al Inicio de la Terapia Activa

    Ferenczi (1873-1933) fue máximo exponente del movimiento psicoanalítico y durante la mayor parte de su carrera fue considerado por Freud como un digno sucesor. A parte de ser cercano a Freud, Ferenczi estaba muy comprometido con el Movimiento Psicoanalítico Internacional, y su posición le dio acceso a las investigaciones y las técnicas impulsadas por otros analistas. Dentro del movimiento Ferenczi se situaba en el lado “progresista” que,  en oposición con el conservador, abogaba por un psicoanálisis no sólo clínico, sino enfocado a la sociología y la filosofía.el abandono de la técnica activa.

   De acuerdo con Ferenczi, los fracasos clínicos son responsabilidad del analista y muestran la insuficiencia del método y de la técnica psicoanalítica. El método ha de adaptarse al paciente, y no el paciente al método. Por lo tanto Ferenczi desarrolla la técnica activa, la cual trata de innovar, investigar y crear nuevos métodos terapéuticos más cortos. A pesar de que al principio cree obtener resultados con su nueva técnica, finalmente la abandona por la gran oposición del resto de los psicoanalistas y por los inconvenientes que van surgiendo mientras la aplica. A pesar de ello, Ferenczi nunca abandona su optimismo y sigue investigando.

       Tras el abandono de la técnica activa Ferenczi se centra en desarrollar nuevas técnicas que sean eficaces y acorten el tiempo del análisis, las cuales denomina técnicas activas. Opta por un manejo de dinámica transferencial, donde el analista interviene, y donde la cercanía y simpatía hacia el paciente son fundamentales.  Su método recuerda sin duda a las bases de las técnicas más utilizadas hoy en día. Sin embargo, Freud se opone a estas nuevas propuestas, y Anna Freud opina que el método es lícito porque Ferenczi es capaz de llevarlo con moderación, pero que en manos de otro no tendría buenos resultados.

     La técnica activa sirvió como escalón en el desarrollo y la investigación de nuevas técnicas psicoanalíticas que suponen un gran avance en la terapia. Ir al psicólogo es como ir al gimnasio para ejercitar aparato psíquico. Las diferentes técnicas desarrolladas sirven para ayudar a ese ejercicio de la mente, y para encontrar un maquina eficiente primero hay que desarrollar y probarla. Esto es la que hizo Ferenczi con la técnica activa. A pesar de las desventajas del uso de esta técnica y su posterior abandono, su experimentación supone un momento transitorio hacia otras técnicas.

      Un punto a tener en cuenta en la neutralidad frente al paciente abogada por Ferenczi es que  no es posible mantenerla siempre. Como seres humanos sentimos y tenemos afectos que a menudo escapan a nuestro control. Por ello es muy importante el análisis propio para conocer las debilidades y posibles causas del comportamiento del analista.

       La conclusión de las técnica de Ferenczi es la de que la técnica psicoanalítica del momento era eficaz, pero limitada, y que la investigación sobre nuevas técnicas complementarias era y sigue siendo necesaria para mejorar tanto los resultados como la cantidad de tiempo necesaria.


Fuente: 
Ferenczi, Sándor (1928) Elasticidad de la Técnica Psicoanalítica (Progresos en el conocimiento del sentido de realidad) Sándor Ferenczi, Obras Completas, Psicoanálisis Tomo III, Ed. Espasa-Calpe, S.A. Madrid, 1984 http://www.indepsi.cl/ferenczi/articulos/1928c.htm

Montejo Alonso, F Javier (2009) Wiesbaden 1932: «Caída» de Sándor Ferenczi y Thermidor del Movimiento Psicoanalítico.  Intersubjetivo, Quipú 2, 10,259-282



martes, 3 de mayo de 2016

Eneagrama de la Personalidad

     La teoría de los eneagramas, de Claudio Naranjo no suena familiar, pero sin duda supone una gran aportación a la psicología de la personalidad. La teoría del eneagrama postula que la personalidad se rige por nueve arquetipos. Estos arquetipos se mueven a menudo por las normas y modas sociales, y dirigen la atención del sujeto hacia el mundo y hacia uno mismo.

       Se cree que esta teoría se originó hace cientos de años alrededor de Pakistán y Afganistán. Fue redescubierta por Gurdjieff y ampliada por Ichazo en el siglo XX. No obstante ha sido el psiquiatra chileno Claudio Naranjo el encargado de difundirla en el mundo occidental.       

       El eneagrama se compone de nueve arquetipos interrelacionados, poseyendo cada persona un eneatipo principal y uno secundario. El eneatipo es una representación de cómo la persona se enfrenta al mundo y a sus instintos, buscando un equilibrio entre lo que "debe" hacer y lo que "desea" hacer. Cada eneatipo estaría relacionado a su vez con un tipo de pasión o de impulso que caracteriza su punto débil.


    ¿Cuales son los componentes del eneagrama?




1. Perfeccionista:
    El perfeccionista está centrado en la objetividad. El carácter perfeccionista es usualmente el de una persona que llama la atención su entusiasmo por las reglas, las normas, las buenas intenciones y los nobles propósitos. No obstante, ser perfeccionista en exceso tendría consecuencias negativas. Su pasión o debilidad sería la ira, la cual reprimiría haciendo justo lo contrario: luchando contra cualquier signo de enfado a costa de su salud.

2. Altruista:
     El Altruista se centra en las relaciones sociales y en su reciprocidad. Son personas generosas y empáticas que en ocasiones se dejan llevar por su pasión, el orgullo. Han de ser cuidadosos con no dejarse llevar por este orgullo, ya que la ayuda a los demás pasaría a ser autoensalzamiento.

3. Triunfador:
    El Triunfador busca el éxito, siendo pragmático, eficaz y consiguiendo reconocimiento externo. Sin embargo, a veces se deja llevar por su pasión, la vanidad. Esta pasión le hace guiarse por los valores ajenos. Lo socialmente cotizado pasa a tener más importancia y la persona se vuelve enormemente imitativa, «mimética». Es conformista y tiene un gran control de sí mismo que lo lleva a la superficialidad. Su orientación es extrínseca, la cual fomenta un carácter alegre, extravertido y agradable para quienes lo rodean.

4. Romántico:
    El Romántico es una persona imaginativa y creativa muy en contacto con sus emociones. Si se deja llevar por su pasión, la envidia, se siente vacío, y exige al otro más y más. Nunca es suficiente. Al no sentirse satisfecho, se deprime con facilidad.

5. Investigador:
   El Investigador se centra en sus pensamientos olvidándose a veces de lo social. La avaricia le llevaría a aislarse de los demás, resultando inexpresivo y falto de comunicación.


6. Escéptico:
     El Escéptico se centra en el trabajo, y es buen observador. Se anticipa a los posibles peligros que surjan. Si se deja llevar por el miedo puede resultar excesivamente cauteloso e inseguro.

7. Entusiasta:
      El Entusiasta ser caracteriza por un afán de gustar, de ser popular, de recibir admiración. Es una persona locuaz y charlatana. En ocasiones se deja llevar por una gula "intelectual", una sed de conocimientos que lo lleva hacia el narcisismo y la superficialidad

8. Protector:
      El Protector es un líder nato, que guía y protege a los demás. En ocasiones se deja llevar por la lujuria, sintiéndose atraído por el riesgo y los conflictos.

9. Mediador:
      El Mediador es una persona sobreadaptada a los deseos de los demás, demasiado complaciente y de poca iniciativa. Se trata de un carácter desapasionado, flemático, aunque frecuentemente el apagamiento de sus deseos personales coincide con una disposición jovial y gregaria. En las relaciones humanas, sin embargo, se deja llevar por la pereza. Esta pereza la convierte en una persona demasiado abnegada,  pasiva y conformista. Es generalmente una persona sencilla, y "sin problemas", con una excesiva intolerancia a lo problemático y una dificultad a la hora de decir "no", que a menudo la hace blanco de la explotación.

        Como anotación a parte, decir respecto a las características de las distintas personalidades no se realiza ningún juicio de valor. Cada personalidad tiene sus puntos fuertes y débiles, sin ser una mejor que otra.
     

    Este modelo puede recordar a otras aproximaciones pseudocientíficas, al estilo del tarot o a ciertas morales religiosas. Por ejemplo, las nueve pasiones (orgullo, ira, vanidad...) recuerdan a los siete pecados capitales del cristianismo. Sin embargo, el eneagrama contribuye mucho a la psicología de la personalidad. Lo innovador de este modelo es su visión dimensional de la personalidad y su aportación desde el psicoanálisis. Resulta refrescante, pero sin duda recuerda al modelo circular de la personalidad de Millon, dejando patente la evolución de las teorías de la personalidad hacia modelos más dimensionales que tienen en cuenta la complejidad de la mente humana




              https://eneagramacuartocamino
              http://la-sabiduria-del-eneagrama

domingo, 10 de abril de 2016

Resiliencia


¿Qué es la resiliencia?

Resiliencia es la habilidad para sobrellevar el estrés y ser capaz de afrontar con éxito situaciones difíciles. Se considera un tipo de fenómeno caracterizado por obtener buenos resultados a pesar de la presencia de graves amenazas para la adaptación o desarrollo de la persona. Por ello, la resiliencia implica dos factores: un evento negativo y una habilidad de adaptación. Los eventos negativos o factores de riesgo son obstáculos que impiden a la persona obtener un desarrollo social y personal óptimos.


La resiliencia es un fenómeno universal en el proceso de adaptación humano, que además suele darse de manera más frecuente de lo esperado. Por ejemplo, un divorcio, un despido, una ruptura son eventos estresantes que pueden mermar la salud emocional. Sin embargo, con el tiempo superamos cualquier obstáculo en mayor o menor medida. En la infancia el estrés puede manifestarse como problemas de salud o académicos. No obstante, la resiliencia ya está presente desde muy temprana edad, y la habilidad de los niños para desarrollar flexibilidad emocional ante situaciones traumáticas puede resultar sorprendente

 La resiliencia podría convertirse en una estrategia muy útil para afrontar los problemas diarios a los que todos tenemos que hacer frente a diario. Es por ello que la labor del psicólogo debería estar enfocada a desarrollar esta flexibilidad emocional que permite ver el mundo de un modo más positivo. Como dice el dicho "lo que no mata hace más fuerte". Es por ello que fomentar esta habilidad para salir fortalecidos ante las adversidades mejoraría nuestra experiencia emocional.

¿Cómo fomentar la resiliencia?

La razón por las que las unas personas desarrollan resiliencia y otras no depende de varios factores.  Se cree que la personalidad inherente del sujeto o el aprendizaje temprano en la infancia son factores muy influyentes en el desarrollo de emociones positivas a pesar de los obstáculos de la vida diaria. Respecto a la influencia de la personalidad, se ha visto que las personas resilientes se benefician las emociones positivas a la hora de enfrentarse a un momento estresante. Esto les ayuda a manejar la situación de un modo más constructivo, transformando el obstáculo en un reto. Sienten la necesidad de superar la adversidad y de salir fortalecidos de ella.


Esta forma de enfrentarse a los obstáculos se ve influida por la personalidad, pero también por el aprendizaje. Es por ello que todos podemos desarrollar esta habilidad con paciencia y entrenamiento. La clave reside en la emociones positivas. Las emociones positivas consiguen que la persona sea capaz de reevaluar la situación y de pensar en soluciones en lugar de lamentarse. Mientras que las emociones negativas nos encierran en un bucle, las emociones positivas nos permiten salir de él.

   Así, la receta para la  resiliencia sería la siguiente:

- Conseguir resultados positivos a pesar de los acontecimientos vitales adversos. Para ello se deben separar las emociones positivas de las negativas, "eligiendo" centrarse en las positivas (a pesar de que sea inevitable sentir las negativas). Las emociones son complejas, y entender que todas ellas tienen una parte positiva y otra negativa ayuda a ser más flexible ante situaciones difíciles.

- Adaptarse y recuperarse lo más rápido posible de los estresores ambientales. Para ello a veces es necesario considerar el problema desde un enfoque constructivo, aceptándolo o centrándose en encontrar soluciones posibles.

- Entender que las emociones son modificables y que tienen una función útil dependiendo del contexto en el que ocurran. Es por ello que un  cambiar la perspectiva del problema hace que cambie el contexto, y de este modo la emoción.

Fuente:

Fredrickson (2003) What Good Are Positive Emotions in Crises? J Pers Soc Psychol

Masten (2001) Ordinary Magic: Resilience Process in Development. American Psychogist

Rutter, Michael (1987) Psychosocial resilience and protective mechanisms. American Journal of Orthopsychiatry

martes, 23 de febrero de 2016

Narcisismo

       Narcisista. Al mencionar la palabra narcisista sin duda acuden a la mente nombres de ciertos conocidos a los que tenemos que aguantar a diario hablar sobre sí mismos, o escenas de algún personaje cinematográfico manipulador y egocéntrico semejante al vizconde de Valmont en "Amistades Peligrosas". Sin embargo, ¿qué es ser narcisista realmente? Para responder a esta pregunta es necesario acudir a los inicios la psicología. 


       El psicoanálisis fue una de las primeras corrientes que trató de explicar qué es el narcisismo. Profundizó tanto en el término que lo llenó de matices confusos que se pueden resumir en dos tipos de narcisismo, el primario y el secundario. 

          - El narcisismo primario es el más primitivo. Sería aquel caracterizado por la forma de ver el mundo de un bebé que aún no ha pasado por el Complejo de Edipo. Esto quiere decir que el bebé cree que solo existe él en el mundo, y no reconoce a los demás como personas, sino como objetos. A grandes rasgos se podría decir que los pacientes con esquizofrenia (psicosis) no avanzan de este estado, lo que les impide ser autónomos y relacionarse con los demás de un modo "normal" con el otro.

          - El narcisismo secundario no obstante surge tras haber pasado por el Complejo Edipo. Sería lo que llamamos "amor propio". Es bueno ser algo narcisista, siempre sin pasarse... 

       Entonces, ¿según el psicoanálisis qué sería el narcisismo coloquial, el que solemos usar como término despectivo? El narcisismo como patología sería un exceso de narcisismo secundario. A modo de caricatura la persona narcisista niega tener ningún tipo de imperfección y suele tratar a las demás personas como objetos. También suele tener problemas para encontrar una pareja estable, ya que nunca nadie es lo suficientemente perfecto como para estar con él/ella. 

      

       Desde la psiquiatría el narcisismo es un trastorno de la personalidad. En un inicio la definición se basó en la obra de Freud, pero su significado ha variado con el paso del tiempo. La personalidad narcisista se recoge en el manual diagnóstico de trastornos psiquiátricos (DSM-5). 

      Según este manual las principales características de la personalidad narcisista serían un patrón dominante de grandeza (en la fantasía o en el comportamiento), necesidad de admiración y falta de empatía, que comienza en las primeras etapas de la vida adulta y se presenta en diversos contextos. 

       Esta lista de síntomas se parecería más a lo que entendemos popularmente por narcisismo. Un patrón de conducta caracterizado por la fragilidad del amor propio. La conclusión que se puede sacar de esta evolución del término es que el narcisismo no es bueno, ni malo. Lo importante es encontrar el equilibrio entre la libertad y amor propios y la libertad y el amor de los demás.


Fuente: Freud, S.(1914) Introducción al Narcisismo. Buenos Aires, Amorrortu, 1979
            Diagnostic & Statistical Manual of Mental Disorders (2014) American Psychiatric Publishing

lunes, 22 de febrero de 2016

¿Qué es la Psicopatía?

     Hoy en día no se puede ver una película de asesinos en serie, al más puro estilo de Hannibal Lecter sin que nos venga la palabra psicópata a la mente. Pero, ¿qué significa realmente? ¿es un asesino necesariamente un psicópata?

      Existe cierta confusión en torno a este término, cuyo significado ha variado durante décadas. El primero en definir psicopatía fue Cleckley, cuya definición se componía de 16 criterios, incluyendo encanto externo, egocentrismo, insensibilidad y falta de plan de vida. 

    Más adelante Hare trató de comprobar los 16 criterios de Cleckley, obteniendo 4 factores fundamentales: un estilo de vida inestable, insensibilidad y desapego, problemas interpersonales y un patrón de comportamiento antisocial.


      Entonces, si psicopatía incluye un patrón antisocial de comportamiento, ¿qué diferencia hay entre ellos? La personalidad antisocial incluye la transgresión de normas y comportamientos que van en contra de los derechos de los demás, así como falta de empatía e impulsividad. Lo antisocial siempre está más del lado de lo impulsivo. La psicopatía en cambio no tiene por qué incluir comportamientos delictivos, sino que abarcaría un estilo afectivo e interpersonal que puede incluir o no a su vez comportamiento antisocial.

     Blackburn vió que no todos los psicópatas actúan del mismo modo, por lo que decidió crear varios subtipos. De acuerdo con su teoría existirían dos tipos de psicópatas que se posicionarían a lo largo de dos ejes distintos: beligerancia (o psicopatía per se) y retirada social.

    Existirían por lo tanto los psicópatas primarios, altos en psicopatía y bajos en retirada social. Este tipo de psicópata estaría perfectamente integrado en la sociedad, resultando incluso atractivo y carismático al más puro estilo Dorian Grey. 


      Habría sin embargo un segundo de tipo de psicopatía, la secundaria, con alta beligerancia y alta retirada social. En este caso el psicópata viviría alejado de la sociedad, de un modo aislado. En general se caracterizarían por ser más nerviosos y acomplejados.

   Por lo tanto aunque suelen ir asociadas, la psicopatía y la personalidad antisocial no son equivalentes.   

      En conclusión, ser un psicópata no lleva asociado siempre el cometer delitos o actos ilegales. Hoy en día la sociedad esta llena de personas que no sienten ningún remordimiento por pagar salarios miserables, o por despedir a sus empleados, o por cobrar a precios astronómicos por productos que valen menos de la mitad. En un mundo que se mueve por dinero y en el que se priman los resultados económicos más que los sociales, la psicopatía es necesaria para triunfar. 



Fuente: Belloch, Sandín, Ramos (2009) Manual de Psicopatología Volumen II. McGraw Hill